Habilidades prosociales necesarias para trabajar como cuidador de adultos mayores, una aproximación desde los propios cuidadores

  • María Inés Gómez del Campo del Paso Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
  • Belem Medina Pacheco Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
  • Tamara Melina Villar Zepeda Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Resumen

La presente investigación forma parte de un proyecto para analizar las competencias que deben tener las personas que trabajan como cuidadores de personas vulnerables. Esta primera parte se refiere a las habilidades denominadas prosociales, es decir, aquellos comportamientos voluntarios de ayuda a los demás que abarcan compartir, dar apoyo y protección. Y tiene como objetivo: Identificar las actitudes prosociales que tienen aquellas personas que trabajan en una estancia diurna para el adulto mayor. La investigación se realizó desde un enfoque cualitativo, utilizando como técnica de recolección de información un grupo focal en el que participaron los 15 trabajadores de la Estancia Diurna del Adulto Mayor (EDAM) que pertenece al sistema DIF MUNICIPAL en la Ciudad de Morelia, Michoacán. Se considera importante hacer este planteamiento ya que en muchas ocasiones los perfiles de puestos, así como los requisitos se establecen desde fuera de la institución, sin considerar la visión que tienen los propios empleados sobre el trabajo que desarrollan y las habilidades que se requieren. Por otra parte, el puesto de cuidador se considera un perfil no especializado, puede ocuparlo aquella persona que es contratada para llevar acabo el cuidado en forma directa a personas de la tercera edad en diversos ámbitos, esté o no capacitada, obteniendo un salario o beneficio monetario por su trabajo. Es decir, no requiere estudios específicos, como se observa en los empleados del EDAM, ya que, aunque existen algunos profesionistas de áreas específicas: psicología, medicina y odontología, el resto del personal tiene estudios de secundaria o preparatoria, y son los que realizan las funciones de cuidado y atención de los usuarios. Este es un aspecto importante, porque las características de la población a quien presta servicio, hacen necesarias actitudes prosociales muy específicas que en caso de no tenerse pueden provocar insatisfacción en el empleado y mala atención al usuario, llegando en casos extremos al “burn out†del trabajador o al maltrato del anciano. Así en el grupo focal se preguntó a los empleados cuáles son las características que debe tener una persona para trabajar en este lugar. Entre las respuestas se encontraron varias de estas actitudes prosociales como el optimismo, la empatía, la paciencia, la capacidad de vincularse con las personas. Sin embargo, los mismos empleados reconocen que no es fácil tener esas actitudes y que no se tiene la capacitación necesaria para adquirirlas, por lo que se tiene que recurrir a los recursos personales, por lo tanto, es muy importante estar bien con uno mismo. A partir de este cuestionario inicial, se planteó un taller vivencial enfocado en el desarrollo de la comunicación asertiva, la empatía y el manejo del estrés para favorecer un mejor desempeño laboral. Entre las conclusiones preliminares de este trabajo se plantea la importancia de desarrollar en los cuidadores las habilidades prosociales a través de programas de capacitación específicos y seguimiento constante para garantizar que contarán con los recursos personales suficientes para evitar el aislamiento, el maltrato tanto físico y psicológico, el rechazo social y numerosos problemas de salud.
Publicado
2020-06-24
Cómo citar
del Campo del Paso, M. I. G., Medina Pacheco, B., & Villar Zepeda, T. M. (2020). Habilidades prosociales necesarias para trabajar como cuidador de adultos mayores, una aproximación desde los propios cuidadores. Revista Electrónica Del Desarrollo Humano Para La Innovación Social, 7(14), 1 - 16. Recuperado a partir de https://cdhis.org.mx/index.php/CAGI/article/view/143
Sección
Artí­culos científicos